DIORAMA DE LA CIUDAD DE BELÉN EN TIEMPOS DEL NACIMIENTO DE JESÚS

Primeramente quiero decir que se ha intentado representar un belén ciñéndonos en la medida de lo posible a la que muchos historiadores consideran que era la realidad de la ciudad en esa época, por ello por ejemplo, no se ha puesto el típico río con las lavanderas, pescadores, puente y patos, dado que por Belén no pasaba ni de cerca ningún río o arrollo. El agua se obtenía de pozos.

Por tema de espacio, nos han quedado bastantes cosas sin poder poner, como el palacio de Herodes o más componentes de la ciudad de Belén. Se ha montado en un espacio de 140 cm x 70 cm.
Belén se encuentra a 8 km de Jerusalén, comenzó a desarrollarse como un asentamiento modesto a lo largo de una cresta en forma de medialuna en la frontera de la región montañosa de Judea. El pueblo consistió principalmente en un grupo de casas a las que se accedía por un camino de tierra, era una población pequeña, constituida por un puñado de casas salpicadas en la ladera de una colina.

Para nuestra representación se han elaborado las casas siguiendo en gran parte la forma de la referencia 4246 de Playmobil, añadiendo una pequeña ventana en algunas y detalles como telas o vigas visibles. En Belén, las casas modestas se realizaban con ladrillos de adobe revistiendo los muros con una capa de cal. Tenían un techo realizado con vigas entrecruzadas con ramajes que cubrían con barro, al cual pasaban un rodillo de piedra. Los techos se utilizaban para secar las legumbres, dormir en épocas calurosas o hacer madurar la fruta.
Las laderas de las colinas circundantes de Belén y sus campos adyacentes proporcionaron tierras agrícolas fértiles para cosechar trigo y cebada, lo que probablemente le dio al pueblo su nombre hebreo, «Casa del Pan». Había grandes extensiones de maleza natural, todo lo cual hizo que el campo alrededor de Belén fuera ideal para que los pastores locales pastaran rebaños de ovejas y cabras.

Bajo el reinado de Herodes el Grande los campos y tierras de pastoreo pudieron haber sido incorporados al interior económico más grande de Jerusalén, siendo posible que gran parte de los productos agrícolas de los alrededores de Belén, así como muchas de las ovejas y cabras que se criaban allí, se utilizaran para las ofrendas y sacrificios necesarios para el templo de Jerusalén.
Se consumía gran cantidad de verduras, como ajos, cebollas, lechugas, coles, nabos, zanahorias, etc., por ello, además de campos de cereal había huertas con estos alimentos. En nuestro belén se ha representado una huerta con sus agricultores en plena labranza y un campo de trigo donde el agricultor utiliza la hoz para segar, y carga el grano atado en gavillas en el carro tirado por el buey, para su traslado a la era para trillar.

Aunque la actividad principal era la agricultura y la ganadería, también existían otros oficios, con mayor notoriedad en Jerusalén pero que pueden verse representados en Belén, como la alfarería o la panadería.
Se ha querido representar al alfarero, ya que era un oficio muy respetado dado que su producción era muy necesaria para la vida cotidiana. Elaboraba cántaros, ánforas, vasos y cualquier tipo de utensilio casero. También podemos ver cómo se realizaban las vestiduras u otros artículos entretejiendo hilos en un telar. Otro oficio que se ha incorporado es el de la panadera. El pan era el principal alimento y había de dos tipos, de cebada para los más pobres y de trigo para los más pudientes. En nuestro caso hemos realizado un horno donde se representa la cocción del pan.
Los mercados eran el espacio común para todos los habitantes y no solo servían como puntos de comercio. Algunos comerciantes exponían su mercancía en el suelo sobre grandes paños, otros utilizaban las fachadas de sus casas y comenzaron a utilizarse puestos desmontables con cobertura para proteger productos y personas del sol, de la lluvia o de la nieve.
Nuestro mercado está compuesto por mercaderes que venden cestos de mimbre, frutas, verduras, especias, panes, quesos, telas, carnes y pescados. Con respecto a estos últimos, hay que aclarar varios aspectos. El puesto que hemos incorporado que vende carne, tiene solamente productos como jamones y embutidos de animales como el ciervo, el corzo o el cordero, nada procede del cerdo, ya que según el cashrut era un animal impuro. A falta de pollos, los palomos eran la opción más barata, aunque se podían encontrar perdices o codornices.


Aunque los judíos no eran cuidadores de cerdos, es evidente, a juzgar por los Evangelios, que ciertas personas si se dedicaban a ese oficio. Estos criadores eran rechazados por los habitantes y en poblaciones de mayoría judía solían vivir apartados y en casas mal mantenidas.

Con respecto al pescado, era muy difícil encontrarlo fresco y se vendía mayormente en sazón. El motivo es que la zona más cercana de pesca era el mar de Galilea y el pescado fresco no aguantaba hasta llegar a Belén. La costa y sus puertos no permanecían bajo influencia judía y el mar muerto no era apto para la pesca. Bien es cierto que los mercaderes Tirios solían vender su pescado en la llamada «Puerta del Pescado» de Jerusalén, y parte del mismo podría haber llegado a Belén. Los peces también estaban clasificados en permitidos y no permitidos.

La ley establecía que sólo podían considerarse comestibles los peces vertebrados, con escamas y aletas. Los crustáceos tampoco estaban permitidos.
Otros detalles que se han querido incorporar son por ejemplo la carrera de sacos a modo de juego infantil. Aunque no hay nada documentado antes del siglo XVII sobre esta actividad, le da un toque gracioso.
Los Reyes Magos, según la historia católica, iban montados sobre animales diferentes, en concreto Melchor sobre caballo, Gaspar sobre camello y Baltasar sobre elefante, y así se ha plasmado. Desde el inicio del montaje hasta el día 24 de diciembre el belén ha contado con la representación de la Virgen María embarazada montada en burro junto a San José y desde el día 25 se cambió la escena por el Nacimiento y se incorporaron los tres Reyes Magos dirigiéndose al Portal.


Y otras escenas destacables son el recaudador de impuestos, los romanos bebiendo vino, ya que la cerveza era considerada una bebida de los bárbaros, o un guiño al «caganer».

































